ONU: Del calentamiento a la ebullición global
La ONU afirma que el mundo ya no solo se calienta, sino que hierve. El Servicio de Cambio Climático Copernicus, junto con la Organización Meteorológica Mundial, han confirmado que julio tuvo la temperatura global promedio más alta registrada hasta ahora.
António Guterres, secretario general de la ONU, declaró que hemos dejado atrás la fase del calentamiento global para entrar en una nueva etapa: la ebullición global. «El cambio climático es una realidad palpable y alarmante. Esto es solo el comienzo. La fase del calentamiento global ha concluido; ahora nos enfrentamos a la ebullición global», señaló Guterres.
La ebullición global marca un «punto crítico» en la crisis ambiental y el efecto invernadero, según indica un organismo internacional. Esto desencadena eventos ambientales extremos, cambios drásticos en el clima y un rápido derretimiento de los casquetes polares.
«En grandes áreas de América del Norte, Asia, África y Europa, el verano es brutal. Para el planeta entero, esto representa un desastre. Los científicos lo confirman sin dudas: los seres humanos son los responsables. Todo coincide con las predicciones y advertencias que se han hecho anteriormente. La velocidad del cambio es lo único sorprendente», explicó Guterres.
Por primera vez, la temperatura global supera los 17°C. Este nuevo récord de temperatura global resalta la necesidad urgente de implementar medidas conjuntas para mitigar el cambio climático.
La semana anterior, el Servicio de Cambio Climático Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) verificaron que este mes se ha alcanzado la temperatura promedio global más alta desde el inicio de los registros. Los expertos señalan que los niveles de calentamiento registrados en las primeras tres semanas de julio son los más altos en 120,000 años.
Las elevadas temperaturas resultan del uso excesivo de combustibles fósiles. Petteri Taalas, secretario general de la OMM, afirmó que “el clima extremo que ha impactado a millones en julio representa la realidad del cambio climático y prefigura lo que está por venir. Es crucial reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ahora más que nunca. Actuar contra el cambio climático no es un lujo, es una necesidad”.
Según Guterres, la era de la ebullición global no debe llevarnos a la desesperación, sino impulsarnos a actuar. «Es posible evitar lo peor del cambio climático, pero requerimos transformar un año de calor extremo en un año de ambición extrema. Debemos acelerar la acción climática de inmediato», añadió.
La ebullición global puede controlarse
La ebullición global es controlable, según el secretario general de la ONU. En su intervención, destacó la urgencia de financiar de manera más firme y continua las medidas de mitigación frente a la crisis climática. Después del Acuerdo de París, las naciones más desarrolladas prometieron aportar 100,000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo. Estos fondos, destinados a proyectos contra el cambio climático, deberían haber estado disponibles desde 2020, pero eso no ocurrió.
Guterres pidió reanudar los esfuerzos, al tiempo que instó a los países del G20 a establecer metas más ambiciosas para la reducción de emisiones de carbono. «Necesitamos planes convincentes para abandonar el carbón en 2030 en los países de la OCDE, y en 2040 en el resto del mundo», afirmó.
El costo de combatir el cambio climático sigue aumentando para la economía global. Se estima que limitar el calentamiento a 2 °C costará el 1.5% del PIB mundial. En América Latina y el Caribe, cumplir con los compromisos ambientales internacionales requiere una inversión de entre el 7 y el 19% del PIB anual de la región. No basta con disponer de más recursos para enfrentar la crisis climática; es crucial que se gestionen y utilicen estratégicamente para asegurar que la inversión alcance su objetivo eficazmente.
¿Qué significa que el mundo haya entrado en ebullición global?
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que hemos superado la era del calentamiento global para entrar en la fase de «ebullición mundial». Esto indica que la crisis ambiental y el efecto invernadero han llegado a un punto crítico, desencadenando eventos climáticos extremos.
En años recientes, varios países han experimentado las duras realidades de la crisis climática. Altas temperaturas, sequías prolongadas y precipitaciones extremas son solo algunas de las consecuencias observadas recientemente.
Eugenia Gayó, académica del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, señala que el aumento de las temperaturas globales ha alcanzado un punto crítico, desencadenando eventos climáticos extremos, como la reciente ola de calor en el Hemisferio Norte.
¿Cómo impacta esto al planeta? La experta indica que este periodo de ebullición significa que los cambios previstos se manifestarán más rápidamente y de forma más evidente. Esto incluye el aumento del nivel del mar y la intensificación de las sequías, entre otros efectos.
“Además, algunos estudios señalan que el debilitamiento de la AMOC (circulación de vuelco meridional del Atlántico), un proceso clave para el clima terrestre, podría alterar la distribución de energía en el planeta. Este cambio tendría un impacto significativo en los ecosistemas y en la seguridad alimentaria mundial”, explica Gayó.
Laura Ramajo, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la misma universidad, explica que «el calentamiento global se refiere a un proceso continuo, pero la ebullición describe una situación en la que los efectos ya son graves. Estamos observando que los pronósticos se están cumpliendo, con un aumento en la intensidad y frecuencia de eventos extremos que afectan a casi todo el planeta».
En detalle, la experta señala que habrá un incremento en las temperaturas que intensificará los eventos meteorológicos y climáticos extremos. En este contexto, estos eventos se volverán más extremos y más frecuentes.