Postulación a la PGU: ¿Es posible recibirla trabajando?
La Pensión Garantizada Universal (PGU) es actualmente uno de los temas más discutidos entre la población adulta en Chile, por su relevancia y por cómo incide en la calidad de vida de quienes se acercan a la etapa de jubilación. Este beneficio, que alcanza un monto de $214.269, parece ser un alivio financiero para muchos, pero ¿es accesible para aquellos que deciden continuar trabajando pasados los 65 años?
La comprensión de las condiciones y el proceso de postulación juegan un papel crucial en la obtención de la PGU, especialmente para quienes no desean abandonar aún sus actividades laborales. En las siguientes líneas, abordaremos esta cuestión y proporcionaremos una guía para postular de manera eficiente.
¿Qué es la PGU y quiénes son elegibles?
Antes de sumergirnos en el meollo del asunto, es vital comprender qué es la PGU. La Pensión Garantizada Universal es una ayuda estatal destinada a ofrecer seguridad económica a los ciudadanos de la tercera edad. La suma otorgada depende de la pensión base que reciba el solicitante. Más allá del aspecto monetario, la PGU demuestra el esfuerzo del Estado por garantizar un soporte económico a sus ciudadanos de mayor edad.
Para ser elegible para la PGU, se deben cumplir ciertos requisitos: tener 65 años o más, haber vivido en Chile por al menos 20 años (pueden ser continuos o discontinuos a partir de los 20 años de edad), y no pertenecer al 10% más acaudalado de la población dentro de este rango etario. Estas condiciones buscan proteger a aquellos que más lo necesitan, concentrando los recursos en un sector específico de la población.
Ahora bien, uno de los mayores interrogantes que surgen respecto a la PGU es si es compatible con el hecho de mantener un empleo. Aclaramos esta duda a continuación.
Compatibilidad de la PGU y el trabajo
Uno de los puntos clave es entender la compatibilidad entre la recepción de la PGU y el estado de actividad laboral. A pesar de las dudas que puedan surgir, el Instituto de Previsión Social (IPS) ha declarado que es perfectamente posible solicitar la PGU incluso si la persona sigue trabajando, siempre que haya alcanzado la edad de 65 años y aún no haya formalizado su jubilación.
Esto representa una noticia alentadora para todos aquellos adultos mayores que desean o necesitan seguir aportando al mercado laboral. Sin embargo, es importante recordar que los otros criterios legales de elegibilidad no deben ser pasados por alto, ya que forman parte integral de la evaluación para la concesión del beneficio.
Los detalles a considerar se hacen más granulares cuando se trata de los montos percibidos y la forma en la que el trabajo actual puede incidir en la cuantía final de la pensión. Profundizaremos en estos puntos en la sección siguiente.
Influencia del trabajo en la pensión y otros detalles a considerar
Cuando se combina un empleo con la PGU, surgen preguntas legítimas sobre cómo el ingreso laboral afectará el monto recibido por pensión. Es crucial aclarar que la PGU está pensada para complementar las pensiones base, de manera que se alcance un ingreso digno que permita a los adultos mayores vivir con más tranquilidad sus años dorados.
Si bien el empleo no descalifica a un individuo para la recepción de la PGU, sí puede influir en la determinación final de los montos a pagar. Esto se debe a que la PGU busca targetizar a quienes realmente lo necesitan, evitando así una acumulación de recursos en personas que se encuentren en una situación económica favorable.
Resulta esencial que cada caso sea estudiado en profundidad, tomando en cuenta los flujos de ingresos y la situación particular de cada postulante para determinar la procedencia y el monto de la PGU que pueda corresponderle.